Dulce reencuentro se dio entre Cruz Azul y su gente. Los de La Noria hiceron lo necesario para ganar por marcador de 3-1 sobre Toluca y recobrar la mística mostrada a lo largo del torneo para sellar su pase a las semifinales al ganar por global 4-3 y mantener la ilusión encendida para pelear por su novena estrella.

La afición regresó al Coloso de Santa Úrsula y generó esa comunión que hacía falta con los jugadores celestes, el público alentó con cánticos y los futbolistas respondieron con entrega, pues ante la necesidad del resultado positivo, brindaron uno de los mejores encuentros de la fase final del Guardianes 2021.

Juan Reynoso no salió a especular y en esta ocasión inició con Jonathan ‘Cabecita’ Rodríguez y Orbelín Pineda en el once titular, bastando sólo 10 minutos para que ambos jugadores mostraran su calidad, al participar en la jugada que terminó en los botines de Bryan Angulo para hacer estallar el grito de gol que estuvieron guardando por más de un año los seguidores cementeros.

No obstante, la alegría para los de La Noria se diluyó muy rápido, pues casi en un abrir y cerrar de ojos apareció la combinación entre Rubens Sambueza y Alexis Canelo, para que, ante la desatención de la defensa cruzazulina, el líder de goleo de la temporada regular se hiciera presente en la portería rival y así enmudecer la efervescencia del Estadio Azteca.

La escuadra local sabía que requería otra anotación para no quedar eliminada de la competencia, razón por la que se fue al ataque y estuvo a punto de tomar ventaja de nueva cuenta por conducto de Pablo Aguilar y Bryan Angulo, pero el guardameta Luis García se plantó de excelente manera bajo sus tres palos para evitar que eso sucediera.

Para la parte complementaria, con polémica incluida, cayó la segunda anotación celeste, pues al minuto 77, el árbitro Fernando Hernández marcó un penal a favor de la Máquina, el cual no fue revisado por el VAR y que el ‘Cabecita’ Rodríguez hizo efectivo desde los once pasos.

El ‘Cabecita’ volvió a aparecer en el tiempo de compensación para conducir de gran manera el balón en un contragolpe que dejó para Santiago Giménez quien empujó la de gajos para el 3-1 definitivo.

Los minutos finales fueron de locura para los aficionados que abuchearon a los rivales y aplaudieron a sus jugadores, teniendo los nervios a tope, pero descansando con el silbatazo final y soñando una vez más, con un equipo que los ilusiona temporada tras temporada.

Por editor

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