Washington. Las personas vacunadas contra el coronavirus con Pfizer y Moderna en Estados Unidos podrán recibir una tercera dosis en septiembre, dijeron el miércoles autoridades sanitarias, señalando que la eficacia de la inyección disminuye “con el tiempo” y ante la amenaza de la variante delta.

A partir de la semana del 20 de septiembre, los vacunados podrán acceder a la tercera dosis ocho meses después de haber recibido la segunda inyección, indicó un comunicado conjunto de altos funcionarios de la salud.

Se priorizarán personas mayores y trabajadores sanitarios.

“Es la mejor manera de protegernos de las nuevas variantes que puedan surgir”, señaló el presidente Joe Biden durante una alocución.

“Podemos cuidar a los estadounidenses y ayudar al mundo al mismo tiempo”, dijo el mandatario ante las críticas que señalan las monumentales brechas entre los países pobres, donde faltan vacunas, y los ricos, que pueden permitirse terceras dosis.

Esta decisión, sin embargo, depende de la autorización oficial de una dosis adicional de estas dos vacunas por parte de la agencia estadounidense de medicamentos, la FDA.

“Los datos disponibles muestran claramente que la protección contra el coronavirus comienza a declinar con el tiempo después de las primeras dosis de la vacuna”, dijo el comunicado, firmado por la directora de los Centros de Prevención y Control de Enfermedades (CDC), Rochelle Walensky; la directora interina de la FDA, Janet Woodcock;y el asesor de la Casa Blanca sobre la pandemia, Anthony Fauci.

“Nos preocupa que esta tendencia de declive que observamos continúe en los próximos meses, lo que podría conducir a una disminución de la protección contra casos graves de enfermedad, hospitalizaciones y muertes”, explicó en conferencia de prensa el director médico de la salud pública de Estados Unidos, Vivek Murthy.

Esa inquietud se aplica especialmente a “las personas con mayor riesgo o las vacunadas durante la primera fase de la campaña de vacunación inicial”, advirtieron los expertos en el informe.

Ancianos, la prioridad

Los primeros que podrán beneficiarse de esta dosis de refuerzo serán personas alojadas en “residencias de ancianos”, “otras de edad avanzada” y “muchos profesionales de la salud”, que fueron las primeras categorías de la población en ser vacunadas en Estados Unidos.

Las primeras inyecciones de la vacuna fueron suministradas en Estados Unidos en diciembre de 2020 cuando los antivirales de Pfizer y Moderna fueron autorizados de urgencia con una semana de diferencia.

Una dosis de refuerzo también “probablemente sea necesaria” para las personas que han recibido una sola inyección de la vacuna Johnson & Johnson, aseguraron funcionarios de salud.

Pero las vacunaciones con este suero no comenzaron en Estados Unidos “hasta marzo de 2021” y se esperan datos al respecto “en las próximas semanas”. Las personas vacunadas con Johnson & Johnson son minoría en Estados Unidos (casi 14 millones).

Tras la luz verde de la FDA, las autoridades sanitarias federales también deberán validar la decisión y publicar sus recomendaciones para los profesionales encargados de administrar esta tercera dosis.

Avances

La compañía farmacéutica Pfizer/BioNTech anunció el lunes que había presentado datos iniciales a la FDA que mostraban los beneficios de una tercera dosis para la protección inmunológica.

También señaló que enviarán “rápidamente” resultados más completos a la agencia federal.

Moderna también está probando varias versiones de una dosis de refuerzo en ensayos clínicos, con resultados preliminares positivos.

Estados Unidos originalmente ordenó 300 millones de dosis de las vacunas de Pfizer y Moderna, pero recientemente compró 200 millones de dosis adicionales de cada una, lo suficiente para llevar a cabo esta campaña.

Casi 60 por ciento de la población estadounidense, o más de 198 millones de personas, ya ha recibido al menos una dosis de la vacuna.

Estados Unidos ya había autorizado la semana pasada una dosis adicional de la vacuna elaborada en base a la tecnología pionera de ARN mensajero (la de Pfizer o Moderna) para ciertas personas inmunodeprimidas.

La tecnología del ARN mensajero funciona dando a las células humanas las instrucciones genéticas para producir una proteína de superficie del coronavirus, que entrena al sistema inmunológico para cuando se encuentre con el virus real.

Por editor