Washington. La administración de Joe Biden estaba bajo presión el lunes tras la difusión de informaciones según las cuales varios cientos de personas, incluidos algunos estadunidenses, estaban varados en el aeropuerto de Mazar-i-Sharif, en el norte de Afganistán.
De acuerdo a Marina LeGree, fundadora y directora de la ONG estadunidense Ascend Athletics, entre 600 y 1300 personas en total están tratando de dejar el país, incluidos 19 estadunidenses, con la ayuda de su organización y de otras.
“Han pasado siete días y nada se mueve”, dijo a la Afp, y mencionó que hay seis aviones listos para despegar.
Su organización busca evacuar a un grupo de afganas de entre 16 y 23 años y a miembros de sus familias. Todos pertenecen a la minoría hazara y temen la persecución de los talibanes.
La partida de esas personas parecía muy avanzada hace unos días, antes de que el Departamento de Estado dijera que no podía llevar a cabo los procedimientos de selección de los candidatos a la salida del país por falta de personal en el lugar.
Para LeGree, los estadunidenses se están “desentendiendo” este drama.
Un portavoz del Departamento de Estado dijo que no tenía datos “confiables que permitan confirmar información sobre vuelos chárter, ya sea sobre quién los está organizando, el número de ciudadanos estadunidenses o miembros de otros grupos prioritarios a bordo (…) o dónde van a aterrizar “.
Imágenes satelitales del aeropuerto que datan del 3 de septiembre muestran a seis aviones posicionados, uno en una pista y los otros cerca de edificios.
La oposición republicana de Estados Unidos se ha ocupado del asunto, en medio de la creciente impopularidad del presidente demócrata Joe Biden por su manejo del fin de la guerra en Afganistán.