Recientemente el gobierno de Baja California fortificó a la Fiscalía General del Estado (FGE) con armamento, unidades K-9, chalecos escudo y equipo de alta tecnología, así como robots para comparar el ADN de cadáveres de personas no identificadas.
Se trata de siete equipos tecnológicos especializados en materia genética forense. Lo que hacen estas máquinas, llamada Rapid Hit ID, es comparar muestras de ADN de personas que perdieron a algún familiar con los registros genéticos de restos humanos localizados.
De esta manera, en menos de 90 minutos puede ser identificada una persona a través de alguna muestra de tejido, de cartílago de occisos o de materia semicalcinada. Así, lo que antes llevaba cerca de tres semanas en cada caso, ahora se tiene la información en aproximadamente una hora y media.
Con estos equipos, Baja California se convirtió en la primera entidad de la República en tener un banco genética forense, para el cual se invirtieron cerca de 32 millones de pesos, según informaron las autoridades del estado a finales de enero pasado.
De acuerdo con Vanessa Kugue Parra, directora de Ciencias Forenses de la FGE, en entrevista para Milenio, esta tecnología permite obtener la identidad de una persona a partir de un trozo de cartílago, lo que anteriormente era casi imposible.
Lo que hace el Rapid Hit —adquirido con una empresa llamada Thermo Fisher Scientific, ubicada en Massachusetts, Estados Unidos— es generar un informe en el que determina si el ADN es compatible con otro dentro del banco genético que se va formando.
“Se adquirió para casos específicos donde se tomen muestras a personas con vida. En el mejor de los casos era un tema de seis días en promedio, generalmente tardaba más, ahora tenemos un equipo que nos puede dar ese resultado en 90 minutos. En tan solo 90 minutos podemos saber el perfil genético de la persona y no solo eso, sino también lo cruza con la base de datos que tengamos”, expresó Ricardo Carpio, fiscal General del Estado.
Además, con dicha tecnología se podrá terminar con el rezago que dejó la entonces Procuraduría General de Justicia. “En un tiempo menor, entre los 32 y 40 meses estaríamos abatiendo el rezago histórico que se nos heredó desde el 2002 y tener las necesidades mensuales en materia de genética forense al día”, comentó el fiscal durante el evento de presentación hace unos días.