El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador anunció el martes que su gobierno mantendrá por un mes consultas con Washington para atender sus reclamos sobre la imposición de límites al maíz transgénico e indicó que, de no llegar a un acuerdo, irá a un panel de controversias del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá conocido como T-MEC.

Asíi lo indicó durante su conferencia matutina en la que resaltó que “es un asunto para nosotros muy importante, es la salud de nuestro pueblo”.

El mandatario descartó que las propuestas hechas por su gobierno representen una violación al T-MEC y sostuvo que “ningún tratado comercial en el mundo permite que se compren mercancías dañinas para la salud”. A su vez recordó que hay cláusulas en el tratado comercial que protegen a los consumidores.

La declaración se produjo un día después de que la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés) anunció la solicitud de consultas con México sobre las reglas que prohibirían el maíz transgénico. México ha dicho que a la larga también podría prohibirlo para consumo animal.

La USTR señaló que la prohibición podría “amenazar con afectar miles de millones de dólares en comercio agrícola”.

México es el principal importador de maíz estadounidense, la mayoría del cual es genéticamente modificado. Casi todo se usa para la alimentación de reses, cerdos y gallinas en México, que no produce maíz suficiente para abastecerse.

 

El gobierno mexicano sostiene que el maíz transgénico podría tener efectos negativos sobre la salud, incluso cuando se utiliza para forraje, pero no ha presentado evidencias. Si el asunto no se resuelve en las consultas podría ir a un panel de resolución de disputas o resultar en sanciones comerciales del T-MEC.

“Estados Unidos ha comunicado en repetidas ocasiones nuestras serias preocupaciones por las políticas en biotecnología de México y la importancia de asumir una postura basada en la ciencia que cumpla con sus compromisos con el T-MEC”, afirmó la representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, en un comunicado.

“Las políticas de México amenazan con afectar miles de millones de dólares en comercio agrícola y, de no abordarse, frenarán la innovación que es necesaria para combatir la crisis climática y los desafíos de seguridad alimentaria”, dijo Tai.

 

La Secretaría de Economía mexicana expresó el lunes en un comunicado que el tema aún no es una disputa comercial, aunque las consultas son el primer paso en ese proceso, y expresó su confianza en que la desavenencia pueda resolverse.

En febrero, la Secretaría de Economía dio a conocer nuevas reglas en las que eliminó la fecha para la sustitución de maíz transgénico con fines alimenticios, pero a algunos agricultores estadounidenses les preocupa que la prohibición pueda llegar incluso en 2024 o 2025.

Si bien se eliminó la fecha, se mantuvo la redacción sobre las reglas para sustituir a la larga el maíz transgénico, algo que podría provocar que los precios de la carne se disparen en el país, que ya enfrenta una elevada inflación.

 

El gobierno mexicano también prohibirá el uso de maíz transgénico para consumo humano directo, que en el país significa principalmente el maíz blanco y harina de maíz blanco para tortillas. México no tiene necesidad de importar maíz blanco de Estados Unidos, donde la mayor parte del maíz es amarillo o dulce.

México ha importado maíz transgénico para consumo humano de Estados Unidos durante años por un valor de unos 3.000 millones de dólares anuales.

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