Claudia Sheinbaum, alcaldesa de la Ciudad de México, anunció el lunes que renunciará a su cargo al frente de la ciudad a partir del 16 de junio para optar a la candidatura presidencial del partido de Andrés Manuel López Obrador, con miras a las elecciones de 2024.

Sin sorpresas, Sheinbaum, que figura como favorita para lograr la postulación oficialista y suceder al presidente mexicano, dijo a la prensa que dejará el rol que ocupa desde finales del 2018 con miras a llegar a ser la primera mujer en presidir el país. En un evento público, se mostró confiada de estar liderando las encuestas y aseguró que “los mexicanos están muy dispuestos a tener una mujer presidenta”.

Reiteró el argumento de mantener la “cuarta transformación” como ya han mencionado otros aspirantes de Morena, las siglas bajo las que gobierno López Obrador. “Tomo esta decisión porque considero que soy la única persona que estará en el puesto que proviene de una carrera científica y que, al mismo tiempo, ha participado en la lucha por los derechos del pueblo de México, la democracia, las libertades, la justicia social y libertades y derechos de las mujeres”, pronunció.

El anuncio de la política y científica ambiental, de 60 años, se da un día después de que el Consejo Nacional de Morena estableciera que los seis interesados en hacerse con la candidatura presidencial del oficialismo debían separarse de sus cargos esta semana para poder participar en la campaña interna que se desarrollará entre el 19 de junio y 27 de agosto.

El canciller Marcelo Ebrard, también aspirante a la candidatura presidencial del oficialismo, se adelantó la semana pasada a la decisión del partido y este lunes dejó el cargo que ocupó por casi cinco años.

Vistiendo una camiseta en la que se leía el mensaje “¡Sonrían, todo va a estar bien!” con su caricatura, Ebrard abandonó el lunes palacio de gobierno tras entregarle su renuncia a López Obrador. Le aseguró que desde la trinchera de candidato seguirá defendiendo el proyecto político de la “cuarta transformación”.

Durante una conferencia de prensa que ofreció desde una librería de centro de la capital, el político, de 63 años, afirmó que tiene suficientes condiciones para ser el sucesor de López Obrador por la experiencia que ha acumulado en 42 años y su integridad. “Porque siempre he seguido la misma causa, nunca he sido un oportunista”, defendió. “Si cuenta que si le hablas al presidente de Estados Unidos te conteste el teléfono…”, agregó.

Ebrard le restó importancia a que no vaya de primero en las encuestas y se distanció de algunas de las directrices que fijó el Consejo Nacional de Morena que ordenó a los aspirantes del partido no participar en debates públicos y aseguró que eso será “inevitable”. También cuestionó la posición del partido de prohibir a los precandidatos ir a medios opositores y expresó que “tenemos que ir sin temor alguno a defender lo que creemos a donde sea”.

Por su parte, el senador oficialista Ricardo Monreal anunció que el 16 de junio presentará su renuncia a la coordinación de Morena en el Senado y a la presidencia de la Junta de Coordinación Política para inscribirse como candidato en el proceso interno de Morena.

“Es la mudanza normal, no hay que acostumbrarse a los puestos ni a los cargos, sino dedicarse con amor a los encargos”, dijo Monreal en un video que colgó en su cuenta de Twitter en el que aparecía cargando dos cuadros.

La dirigencia de Morena acordó que elegirá a su candidato presidencial por cinco encuestas abiertas que se realizarán entre el 28 de agosto y el 3 de septiembre y que los resultados se darán a conocer el 6 de septiembre. Una de las consultas la llevará a cabo el partido y las otras cuatro serán encuestas “espejo” , llamadas así porque serán paralelas a la de Morena, con encuestadoras preseleccionadas por los aspirantes.

Sheibaum defendió que su candidatura representa “continuidad con sello propio” y, ante el apoyo de miembros de su equipo, recalcó el lunes que ha “gobernado con los principios de no robar, no mentir y no traicionar al pueblo”.

Además de Sheinbaum, Ebrard y Monreal, también están compitiendo por la candidatura oficialista el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, el senador Manuel Velasco y el diputado Gerardo Fernández Noroña. Estos dos últimos son integrantes de los partidos Verde y del Trabajo, respectivamente, que son organizaciones aliadas a Morena.

Uno de los retos que tiene Morena, la principal fuerza política de México, en este proceso interno es lograr mantener la unidad del partido.

Analistas han advertido que la organización que creó López Obrador hace doce años enfrenta un alto riesgo de fracturas ante la posibilidad de que alguno de los precandidatos, no resultando ganador en la encuesta, decida separarse del partido y lanzar su candidatura independiente o aliarse con partidos opositores.

Previo al arranque de la campaña interna de Morena, López Obrador hizo un llamado el sábado a los miembros de su partido a “cerrar filas” y unirse y a centrar los esfuerzos en defender el proyecto político que inició al asumir la presidencia en el 2018, conocido como la “cuarta transformación”.

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