Carla Escoffié, autora de “País sin techo”, explora las problemáticas de vivienda reflejadas en cinco ciudades mexicanas: CDMX, San Luis Potosí, Mérida, Monterrey y Campeche.

La pandemia de COVID-19 y la firma del convenio entre el Gobierno de la Ciudad de México y Airbnb trajeron a la discusión un derecho invisibilizado: el derecho a la vivienda. El reto es que no sea solo un tema del momento y después desaparezca, sostiene Carla Escoffié, autora del libro ‘País sin techo’.

“A partir de la pandemia hubo un cambio, el peligro ahora es que sea nada más algo de coyuntura, como una moda por así decirlo y no como algo que se quede consolidado en el debate público”, dice en entrevista con Expansión Política.

En “País sin techo”, la abogada especializada en Derechos Humanos realiza una cartografía de los problemas de acceso a la vivienda que han enfrentado habitantes de cinco puntos distintos de México: especulación inmobiliaria en Mérida; desalojos en Ciudad de México; megaproyectos en Campeche; discriminación en San Luis Potosí y asentamientos precarios en Monterrey.

“Lo que podemos ver como un marco común es una ausencia del Estado en las políticas: no hay una política de vivienda como tal sino una política inmobiliaria y justo después de varias ausencias u omisiones por parte del Estado y de otros actores privados vemos esta problemática en todo el país, de Tijuana a Chetumal”, sostiene.

El problema reside en cómo se ha entendido la vivienda exclusivamente desde el derecho a la propiedad desde una lógica meritocrática, al pensar en ella solo como la posibilidad de comprar o rentar un inmueble.

“No nos enseñan a pensar la vivienda como un hábitat, como un lugar donde vas a habitar sino como un patrimonio, como si su primera función fuera respaldar una cantidad monetaria. Bajo esa lógica tanto la sociedad como el Estado terminan entendiendo que lo que hay que hacer es facilitar que la gente pueda comprar, por lo tanto hay créditos”, detalla la autora.

Escoffié busca contribuir a llevar más allá de los círculos académicos y especializados la discusión sobre la vivienda, siendo el contar con un espacio de refugio una de las necesidades más básicas de las personas y a las que muchas dedican 30% o más de sus ingresos.

“Todas las personas detectan qué problemas hay en sus barrios, en sus colonias en el acceso a la vivienda. Lo que busca el libro es darle nombre a esa situación, que la pensemos como un asunto de derechos humanos”, apunta.

El acceso a la vivienda en la agenda electoral 2024

 

El proceso electoral de 2024 será un punto decisivo para saber si se logra colocar el acceso a la vivienda como uno de los temas esenciales de la agenda pública.

“Para las elecciones creo que podemos dar por sentado que candidatas, candidatos a distintos cargos en algún momento les van a preguntar su opinión sobre el tema de las mujeres, del medio ambiente y de la comunidad LGBT+ porque son temas ya consolidados, no puedes pensar en la agenda pública sin incluirlos. El 2024 va a ser un indicador para eso, qué tanto lo vamos a ver en el debate local el tema de la vivienda”, apunta.

Sin embargo más allá de promesas o compromisos de candidatos, para la autora lo esencial es que los ciudadanos tomen como una causa el derecho a la vivienda desde sus trincheras.

“Creo que hace falta apostarle a procesos políticos no partidistas, no electorales. Me refiero a construir una agenda sólida con agrupaciones, colectivos, organizaciones, academia y diversos sectores para tener una agenda común, un listado de exigencias que sean permanentes, independientemente de quien llegue (al gobierno)”, dice.

La autora explica que hay gente que siempre estuvo interesada, pero ya se está pronunciando, no sólo a activistas o académicos, sino personas que desde su trinchera, su profesión, les preocupa el tema y lo están asumiendo como una causa. “Mi esperanza es que asumamos en derecho a la vivienda como una postura política independientemente de dónde estamos”, afirma.

 

‘País sin techo’, un recorrido por las problemáticas del acceso a la vivienda

 

Un reel invitando a aprovechar la oportunidad de adquirir uno de los terrenos de inversión de Mérida en Instagram o Facebook es una pequeña muestra del problema de la especulación inmobiliaria.

“En el caso de los inmuebles estás jugando con el territorio, un recurso finito, y eso lo vemos con el impacto que ha tenido lo que pudiera ser una burbuja inmobiliaria con lotes de inversión en Yucatán debido al impacto ambiental que ha generado pero también a las consecuencias sociales, urbanísticas que está generando”, señala la autora, originaria precisamente de la llamada ‘Ciudad Blanca’ en el Golfo de México.

En San Luis Potosí, Escoffié explica la discriminación en el acceso a la vivienda por orientación sexual. “Se nos ha olvidado que todavía queda una agenda mucho más amplia en el tema de discriminación contra población LGBT+ y eso incluye la discriminación en el acceso a la vivienda”, advierte.

En Campeche, pone luz al desplazamiento de habitantes originarios para dar paso a la construcción de megaproyectos inmobiliarias, en los cuales “muchas veces estos proyectos requieren desalojar de manera arbitraria a personas”.

Mientras en Monterrey, ciudad que ha ocupado titulares en las noticias por la llegada de Tesla pero también por enfrentar una crisis de agua, la abogada habla sobre los asentamientos precarios y el derecho a la ciudad.

En Ciudad de México, la especialista explora los desalojos que incluso se dieron durante la pandemia de COVID-19, cuando al perder sus empleos o ver reducidos sus ingresos hubo casos de personas que no pudieron mantenerse al corriente con el pago de renta.

“Se habla mucho del cumplimiento del inquilino de que tiene que pagar las rentas, tiene que cuidar el inmueble, pero cuando hablamos del cumplimiento de los arrendadores del contrato pareciera que justificamos muchas irregularidades e incumplimientos”, comenta.

‘País sin techo’, de editorial Grijalbo, puede adquirirse en librerías así como plataformas digitales.

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